Descripción
El guamúchil es el árbol de los corrales y vigilante de los caminos. Por alguna razón que desconocemos gusta de la presencia humana, pues acostumbra proliferar donde hay frecuente tránsito de personas. En el área femenil del Centro de Readaptación Social de Atlacholoaya (Cereso) Morelos, el guamúchil es la única área verde que les permite a las internas sentirse cercanas a la naturaleza y olvidarse por momentos del contexto penitenciario que las rodea.
Las mujeres indígenas y campesinas se han apropiado de este espacio donde, según nos explica una de ellas, “el verde del guamúchil, los pájaros que en él anidan y las risas de los niños que nos llegan desde las áreas de juegos, nos hace sentir que no estamos encerradas.”
Bajo la sombra del guamúchil nos habla de la experiencia de mujeres indígenas y mestizas (casi todas de origen rural) presas en el área femenil del Cereso Morelos, en donde alrededor de 200 mujeres han sido aisladas de la sociedad, por un sistema de justicia que ve en el castigo y en el encarcelamiento una solución ante la incapacidad de un modelo social, que con la exclusión y la pobreza ha contribuido a producir la criminalidad.
La segunda edición de Bajo la sombra del guamúchil, integra seis nuevas historias que se escribieron en una segunda etapa del Taller de Historias de Vida bajo mi coordinación de 2013 al 2015.
Estas historias también nos muestran que el encarcelamiento de las mujeres, el desarraigo de su comunidad, el abandono de sus hijos y la desestructuración de la vida familiar, no es la solución para alejar a las comunidades indígenas, pobres y campesinas de las redes del narcotráfico.
Las historias aquí reunidas no son excepcionales, tan sólo son ejemplo de las múltiples historias de violencia sexual, racismo, discriminación y violencia de estado que comparten muchas de las 16, 632 mujeres que se encuentran presas en los 604 centros de reclusión existentes en México