Descripción
Los distintos periodos en que se puede dividir el proceso de independencia en la Nueva España han tenido un tratamiento historiográfico desigual. Conocemos con meridiana claridad lo que sucedió en el bando insurgente desde el llamado Grito de Dolores, hasta la jura del Decreto Constitucional de Apatzingán, en octubre de 1814. En cambio, nos son casi desconocidos los años y las circunstancias que corren desde mayo de 1814, cuando Fernando VII anuló la Carta Gaditana, y desde finales de 1815, cuando muere Morelos, hasta el intercambio de cartas entre Vicente Guerrero y Agustín de Iturbide, a finales de 1820. Entonces se imponen las preguntas: ¿Vale la pena estudiar los años entre 1814-1815 y 1819-1820? ¿Ya había sucedido lo más relevante entre 1810 y 1814 o estaban por suceder procesos históricos significativos?
Este libro trata de demostrar que las respuestas son afirmativas: el sexenio absolutista y los últimos años insurgentes sí constituyen un periodo trascendente en sí mismo; no son una simple continuación de los años de plomo y constitucionales de 1810-1814; y fue entonces cuando se produjeron circunstancias y fenómenos sociales, económicos y políticos que heredará la primera mitad del siglo XIX mexicano.
La presente obra está integrada por un conjunto de artículos, tanto los que se refieren a la majestad espiritual como a la secular, permiten denominar los años que van de 1814-1820 como absolutistas: El sexenio absolutista.
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